Posicionamiento y medidas para prevenir efectos nocivos de la canícula: Diputada Irma Pineda

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Con la venia diputado presidente, compañero César David Mateos Benitez; Compañeras diputadas; compañeros diputados; A la ciudadanía que nos acompaña y sigue la sesión a través de las redes sociales; A los medios de comunicación

Como la mayoría sabemos, la canícula es un fenómeno climático caracterizado por un periodo de altas temperaturas, sequía y escasa nubosidad, que generalmente ocurre entre los meses de julio y agosto en varias regiones de América Latina, especialmente en México y Centroamérica. Durante este tiempo, las condiciones ambientales extremas representan un riesgo significativo para la salud humana, la agricultura, la ganadería y el suministro de agua.

La canícula suele presentarse después del inicio de la temporada de lluvias, generando un paréntesis seco en regiones donde la población ya está acostumbrada a climas cálidos. Sin embargo, el problema se agrava cuando las temperaturas superan los 40 grados centígrados, lo que incrementa el riesgo de deshidratación, golpes de calor, enfermedades gastrointestinales y respiratorias, así como complicaciones en personas con enfermedades crónicas.

Además, los animales y los cultivos también se ven afectados, disminuyendo la producción agrícola y poniendo en riesgo la seguridad alimentaria.

Diversos medios de comunicación señalan que, de acuerdo con las proyecciones meteorológicas, la canícula iniciará este año en la segunda quincena de julio y se extenderá hasta finales de agosto y que Oaxaca será uno de los estados más afectados por este fenómeno que si bien se presenta cada año su intensidad y por lo tanto, sus estragos, se agravan debido el cambio climático.

Frente a este fenómeno, las autoridades tienen un rol clave en la prevención y mitigación de sus efectos. Primero, deben desarrollar campañas de información pública que eduquen a la población sobre los riesgos y las formas de protegerse. Esto incluye difundir ampliamente recomendaciones sobre el consumo adecuado de agua, evitar la exposición al sol en horas pico y reconocer síntomas de deshidratación o golpe de calor, por lo que es fundamental generar campañas de comunicación en lenguas originarias y culturalmente adecuadas, a efecto de que TODA la población en Oaxaca pueda estar enterada y, en su caso, tomar medidas inmediatas y oportunas para minimizar las afectaciones. Asimismo, es fundamental fortalecer los servicios de salud, asegurando que estén preparados para atender un posible aumento de personas usuarias durante la canícula.

Otra medida importante es garantizar el acceso al agua potable, especialmente en comunidades rurales o marginadas, donde la escasez se agrava durante este periodo.

Pero además, cada uno de nosotros debemos asumir una actitud responsable y colaborativa. Es esencial seguir las recomendaciones sanitarias, mantenernos hidratados e hidratadas, cuidar a las personas adultas, a las niñas, niños y adolescentes, a las personas enfermas y/o con discapacidad y a las personas en situación de calle.

La canícula representa un reto estacional cada vez más complejo en el contexto del cambio climático. Su impacto sobre la salud y el bienestar de la población exige un esfuerzo coordinado entre autoridades y ciudadanía.

Ante el calor extremo, la preparación anticipada y la solidaridad son nuestras mejores herramientas.

Es cuanto.

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